Croacia

El tesoro del Adríatico
Croacia es uno de esos destinos que enamoran a primera vista. Situada en el corazón de Europa y bañada por las aguas cristalinas del mar Adriático, este país combina historia milenaria, naturaleza y una costa que parece sacada de una postal. Desde las murallas de Dubrovnik hasta los lagos de Plitvice, pasando por islas paradisíacas como Hvar o Korčula, Croacia es un lugar perfecto para todo tipo de viajeros: aventureros, amantes de la cultura, familias o parejas en busca de una escapada romántica. Además, su historia reciente hace que todo tenga aún más valor. No hace tanto que el país vivió un conflicto muy duro en los años 90, tras la desintegración de la antigua Yugoslavia. A pesar de ese pasado convulso, hoy Croacia mira al futuro con fuerza, mostrando al mundo su riqueza cultural, su gente acogedora y un patrimonio que ha sabido conservar con mimo y orgullo.
Viajar a Croacia es sumergirse en un mundo de contrastes: ciudades medievales, playas de agua turquesa, parques naturales llenos de vida y una gastronomía que mezcla sabores mediterráneos y balcánicos. Además, es un destino ideal para hacer road trips, explorar sus múltiples islas en barco, o perderse por pueblos con encanto.
Viajar por Croacia es fácil, seguro y muy inspirador. Tanto si te gusta la naturaleza, la historia, la comida, la playa o simplemente descubrir rincones con encanto, este país te va a enamorar. Os compartimos nuestra ruta, consejos prácticos y todo lo que aprendimos en el camino, por si te animas a hacer este viaje inolvidable.
Antes de emprender un viaje a Croacia, es importante tener en cuenta, como en todo viaje, una serie de aspectos para garantizar una experiencia segura, cómoda y bien organizada. Te comentamos bajo nuestra experiencia lo que hemos necesitado o lo que creemos que es esencial para tu viaje.
Documentación necesaria para viajar a Croacia
Para los ciudadanos de la Unión Europea solo necesitarás el DNI o pasaporte en vigor para entrar en Croacia con un máximo de 90 días. Para permanecer más de 3 meses en el país necesitarás un permiso de residencia . Para los viajeros de otros países fuera de la Unión Europea necesitarás un pasaporte válido y dependiendo de tu nacionalidad, un visado. Croacia es miembro de la Unión Europea desde 2013 y forma parte del espacio Schengen desde 2023, por lo que las condiciones son similares a las de otros países europeos. En nuestro caso, llevamos Pasaporte en vigor y DNI español. Entramos por el aeropuerto Franjo Tuđman de Zagreb y ni nos lo pidieron, como si hubiéramos aterrizado en una ciudad española.
Seguro de viaje
Aunque no es obligatorio, siempre recomendamos contratar un seguro de viaje que cubra asistencia médica, cancelaciones y robos. Nunca se sabe y es mejor ser precavidos.
Moneda y pagos
La moneda oficial es el euro (EUR) desde enero de 2023, nosotros sacamos dinero desde España y llevamos euros ya en origen. Las comisiones son bastantes altas si sacas euros desde los cajeros de allí, entre 5 y 8 euros. Se aceptan tarjetas en la mayoría de comercios y nosotros la hemos usado bastante, pero siempre es conveniente llevar algo de efectivo para zonas menos turísticas o pequeños establecimientos.
Transporte
Croacia cuenta generalmente con buenas carreteras en su mayor parte, lo que la convierte en un destino ideal para recorrer en coche y hacer un road trip, que fue lo que hicimos nosotros. La forma más rápida de moverse es por las autopistas pero son casi todas de peaje y no es barato, nosotros decidimos ir por secundarias evitando en la medida de lo posible los peajes. El carnet de conducir español sirve para conducir por Croacia, para la parte Bosnia si sacamos el carnet internacional de conducir. Es posible alquilar vehículos en aeropuertos o ciudades principales, en nuestro caso fue en el aeropuerto de Zagreb. Recomendamos reservar con antelación, especialmente en temporada alta, que básicamente es en verano. También hay una red de autobuses eficiente para moverse entre ciudades y regiones que es una opción más barata a tener en cuenta. No recomendamos nada el viaje en tren, es super ineficiente y se tarda muchísimo entre ciudades.
Alojamiento
La oferta es muy variada: hoteles, apartamentos turísticos, casas rurales, hostales y campings. Durante los meses de verano conviene reservar con tiempo, ya que es temporada alta. Aún así encontraréis carteles con la palabra Sobe o Apartament que significa habitaciones. Y los verás por todos lados, especialmente en zonas turísticas o pueblos costeros y son casas particulares que ofrecen habitaciones a menudo sin reservar a un precio que suele ser negociado y a veces con desayuno incluido o por un módico precio. Aunque hoy en día se puede reservar todo ya con antelación y por internet, los sobe representan una forma muy auténtica y bastante económica de hospedarse y puedes tener un contacto más directo con la gente local. Los sobe forman parte de una tradición muy extendida por los Balcanes.
Clima y ropa recomendada
El clima en la costa es mediterráneo, con veranos calurosos e inviernos suaves. En el interior, el clima es más continental. Recomendamos llevar:
Ropa ligera en verano.
Calzado cómodo para caminar.
Bañador, protección solar y gorra para días de playa o excursiones.
cangrejeras para la playa en verano, casi todas la playas en Croacia son de piedras.
Una chaqueta ligera para las noches o zonas montañosas. Y siendo verano refresca, sí.
Conexión y comunicación
El roaming dentro de la UE no tiene coste adicional, por lo que los viajeros europeos pueden usar sus datos móviles sin problemas. La mayoría de alojamientos y restaurantes ofrecen Wi-Fi gratuito. Bosnia y Herzegovina no forma parte de la Unión Europea por lo que ahí si necesitarás adquirir una tarjeta SIM.
Idioma
El idioma oficial es el croata, aunque en las zonas turísticas se habla con facilidad inglés, también hablan bastante italiano y a veces alemán.
Nuestro Itinerario
Nuestra ruta fue de un total de 10 días en el que incluimos una pequeña incursión a la vecina Bosnia y Herzegovina. En el recorrido, nos centramos sobre todo en la costa, queríamos aprovechar el verano croata e ir parando en la miles de calitas a lo largo de la costa para bañarnos. El clima veraniego acompañó en todo momento, con alguna tormenta de verano puntual pero pudiendo disfrutar del baño en las maravillosas aguas del Adriático y en alguna que otra cascada y río en la parte Bosnia, haciendo del viaje una experiencia muy chula y enriquecedora. Decidimos no invertir tiempo en las islas y dejarlas para otro momento.
DÍA 1: LLEGADA A ZAGREB
Nuestra llegada a Zagreb se retrasó un poco pero no demasiado como para tener que cambiar los planes de este primer día. Tras recoger nuestro coche de alquiler iniciamos nuestra ruta dirección a la península de Istria. Fuimos por la autopista de peaje para ir más rápido. Tardamos unas tres horas hacía nuestro primer destino, Poreč.
Esta ciudad elegante y dedicada exclusivamente al turismo tiene sus inicios en una antigua ciudad romana. Merece un paseo por su casco antiguo lleno de tiendas. El centro es pequeño, atravesado por el decumano máximo que es aún su calle principal, pavimentando con piedra pulida. Aunque para nosotros la principal razón de visitar Poreč fue la basílica de San Eufrasio, patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Desde aquí nos dirigimos hacía Rovinj donde pasaríamos la noche. Llegamos a Rovinj que es sin duda la población estrella de Istria y llegamos justo para disfrutar uno de los mejores atardeceres que ver en Croacia y disfrutamos de sus animadas calles hasta la noche. Aquí tuvimos nuestro primer contacto con la gastronomía Croata degustando nuestro primer Cevapi.


DÍA 2: ROVINJ, PULA y SIBENIK
A la mañana siguiente seguimos disfrutando de Rovinj, visitando lo que no nos había dado tiempo a ver el día anterior paseando por sus estrechas callejuelas y salidas al mar. Y aunque es muy turístico, aún conserva esa esencia de pueblo pesquero antiguo con la catedral de Santa Eufemia coronando la zona alta de la ciudad con su gran torre de 60 metros de altura lo que la hace despuntar si observas la ciudad desde la lejanía. Desde allí iniciamos de nuevo el viaje hacía Pula, la ciudad principal de la península de Istria con un montón de ruinas romanas donde la mayor atracción es su gran anfiteatro romano.
Desde aquí y acopiando algunos víveres nos ponemos de nuevo en ruta, la idea era llegar hasta Sibenik, dónde pasaríamos la noche, pero lo haríamos por la costa para ir parando en algunas calas que fuéramos viendo o nos apeteciera parar. Antes de salir de Istria dirección a la costa atravesamos por el Parque Natural de Ucka, un oasis de biodiversidad que con más tiempo bien merece una pequeña ruta por sus hermosos y verdes bosques. Hicimos alguna parada para disfrutar de las vistas que nos daba de la región de Kvarner. La ruta inicial se hacia larga yendo por la costa, unas cinco horas, así que paramos en una playa para darnos nuestro primer baño en las turquesas aguas del mar Adriático y a la altura de Senj, decidimos salir a la autopista para llegar más rápido a Sibenik desviándonos por unos kilómetros de serpenteantes carreteras hasta la carretera de peaje que nos llevo a Sibenik donde pasamos la noche.
DÍA 3: SIBENIK, PRIMOSTEN, TROGIR Y SPLIT
Despertamos en Sibenik con bastante calor pero con unas bonitas vistas al puerto desde la ventana de nuestro alojamiento. La ciudad es tranquila o por lo menos nos lo pareció e iniciamos su exploración por las empinadas calles desde el paseo marítimo. La ciudad sube desde el mar hasta las colinas y montañas circundantes vigiladas por varias fortalezas, desde el fuerte de San Miguel, en lo alto del centro urbano, hay unas vistas magnificas de la ciudad. Hay abundantes iglesias como buen país católico, pero muchas están cerradas y no podemos verlas. Paramos a tomar un té en los jardines del Monasterio de San Lorenzo para acabar contemplando la Catedral de Santiago, patrimonio mundial de la UNESCO. Nuestra siguiente parada es Primosten a unos 30 kilómetros. Con un estilo urbanístico parecido a Rovinj pero para nuestro gusto, con menos encanto, pero bien merece una parada. En verano es un destino turístico playero con todos los servicios que pueda requerir un turista ( hamacas, chiringuitos, sombrillas…) gracias a las playas que rodean el pueblo. En invierno, más tranquilo, da pie a pasearlo más tranquilamente. Subimos hasta lo alto del pueblo donde se encuentra la iglesia San Jorge, rodeada de su tranquilo cementerio y unas vistas al horizonte muy bonito donde poder ver los mágicos atardeceres del Adriático. A unos 35 kilómetros ya entrando en la región de Dalmacia, tenemos nuestra siguiente parada, Trogir. Otra de las joyas de Croacia. Esta ciudad amurallada con un laberinto de calles medievales en su interior es también Patrimonio Mundial de la UNESCO y como para no. Perderse por sus calles y pasear por su paseo marítimo es una delicia porque esta muy bien conservada. Rápidamente damos con la plaza del ayuntamiento donde ver la atracción principal que es la catedral de San Lorenzo rodeado. Aunque ya de por sí, la plaza en sí es digna de ver.
Decidimos comer en uno de los muchos restaurantes que hay dentro de la ciudad, un plato típico de aquí, un rico rissotto negro. Después nos dirigimos a Split, a unos 30 kilómetros, donde haremos noche.


DÍA 4: SPLIT Y DUBROVNIC
Llegamos a Split el día anterior y dimos un paseo nocturno por la ciudad que estaba muy animada y llena de gente, siendo sábado, la gente salía de fiesta por la multitud de zonas de discoteca que hay dentro de las murallas. Por la mañana hicimos un free tour que nos encantó. Split es un sitió único ya que la guinda del pastel es el palacio de Diocleciano que es en sí el casco antiguo. Dentro de las murallas de lo que una vez fue el palacio hay 220 edificios donde viven unas 3000 personas donde a lo largo de los siglos han ido modificando el interior construyendo sus viviendas y negocios dentro. Lo ideal es perderse por el entramado de calles y salir y entrar por las puertas de las murallas y volver a perderse. Nos comimos un helado y nos pusimos en marcha hacia Dubrovnic. Queríamos ir una vez más por la costa parando en playas y calas para ir bañándonos. Este tramo de unos 50 kilómetros es el conocido como rivera de Makarska donde el pueblo principal es el que lleva el mismo nombre. Se conduce a la falda de la imponente cordillera de Biokovo con riscos y montañas que contrastan con las preciosas aguas turquesas y playas de guijarros. Estuvimos parando en algunas playas que nos llamaron la atención y disfrutando mucho del agua. Dejando atrás Makarska el camino se dirige hacia el delta del río Neretva con sus miles de parcelas cultivables donde la gente del lugar vende a pie de carretera de todo. Sandías, cebollas, zanahorias…. El delta se encuentra enclavado entre macizos rocosos por lo que para dejarlo atrás tienes que ir carretera arriba proporcionando unas vistas increíbles de todo el delta cultivado que se pierde en el horizonte. Despues de parar mil veces para ver el paisaje pasamos el nuevo puente de Peljesac que para los amantes de las infraestructuras les resultará muy interesante ya que gracias a él salvas el único tramo de 20 kilómetros de franja costera de Neum, que pertenece a Bosnia y Herzegovina, y le da salida al mar y que divide Croacia en dos. Evitando pasar dos veces la frontera para poder ir a Drubovnic. Esta zona verás muchos viñedos y bodegas por si te apetece parar a probar. Llegamos a nuestro alojamiento a unos 10 kilómetros de Drubovnic ya de noche y cansados nos fuimos a dormir.